La rivalidad con el equipo de tembladerani es inevitable. No solo nos separan los colores. Somos polos opuestos de la misma ciudad, del mismo país y tenemos dos formas totalmente distintas de ver la vida. Mientras el Tigre representa la garra, el choli representa la técnica. Mientras el aurinegro es aguerrido dentro y fuera de la cancha, el choli esquiva confrontamientos. El stronguista es por naturaleza fiel y fanático. El choli, en cambio, es un "hincha" de resultados, es el que mide su fervor y le teme al fracaso. No tiene la dicha de saber lo que es el éxtasis de la victoria, ni la soberbia de la derrota. El choli es término medio, ni muy alegre cuando gana, ni muy triste cuando pierde, al fin de cuentas, es un simple simpatizante de la técnica y de los buenos resultados. El Tigre es del pueblo, el equipo que no sabe de clases sociales ni de ideologias. El choli es de los abastados, de los nuevos ricos (los "cholos") y del poder político. El Tigre, decano del fútbol boliviano, fue fundado en el seno del paceñismo emergente. Casi 20 años después, el choli fue fundado en medio de la total indiferencia de la gente que ya tenía a su preferido: el Tigre. Hasta el día de hoy, no se sabe exactamente el año de fundación del club cholivar; unos dicen que fue en 1925, otros apuntan a 1927. El choli comenzó como un grupo de fabriles (nombre oficial: Atlético Bolívar Literario Musical), a quienes se les dio por meterse a jugar fútbol. Luego se volvió un equipo burgues gracias a un periódico (Ultima Hora) y a su dueño, el mismo que se convertiría eventualmente en presidente del choli. De esa forma la entidad celeste ganó influencia con los medios de prensa y llegó al tope cuando su presidente llegó a ser alcalde de la ciudad de La Paz durante la dictadura de Hugo Banzer. El Tigre sobrevivió la pérdida de la totalidad de su plantel, consecuencia de un accidente aéreo. El Tigre mandó a su plantel a la Guerra del Chaco contra el Paraguay e hizo historia en la famosa batalla de "Cañada Strongest". El choli nunca pasó por ningún momento critico en su corta historia y de paso siempre contó con la ayuda de gobernantes, tal es el caso del dictador Banzer, quien en su gobierno, y con dinero público, ayudó en la construcción del estadio del choli.

Y en materia de hinchadas, las mismas diferencias institucionales están vigentes. La Curva Sur, a diferencia de la norte, siempre fue y será el sector más stronguista del Siles. En años de rivalidad con el grupo de simpatizantes de la cacademia, en los enfrentamientos entre ambos bandos, siempre hubo supremacía atigrada. Además de haberles puesto la chapa de "gallinas" por su inigualable cobardía a la hora de defender sus colores, la Ultrasur expulsó a los cholis de la Curva Sur a finales de 1993. El primer partido por la Copa Libertadores de 1994, los cholis lo tuvieron que mirar desde la norte. Desde ese entonces están relegados al sector más deplorable, olvidado y evitado del Siles. Al igual que las barras de los otros equipos en Bolivia, los cholis copiaron casi todo lo que hacen de la Ultrasur (cánticos, recibimientos, etc.). Además de jamas asistir al estadio en masa cuando van en los últimos lugares de la tabla, los cholis tienen el cinismo de decir que siguen a su equipo en las buenas y en las malas. Los cholis además tienen el record de asistencia más bajo de un club grande en La Paz: menos de 2000 entradas vendidas para un partido oficial de Liga, inclusive menos que lo que Mariscal Braun había vendido para su partido un día antes (fuente: La Razón del 25 de Septiembre de 2000).

Especial para los días de las madres, el 27 de Mayo y el 12 de Abril.	Nacieron llorando y morirán llorando.
La estampa de la camiseta oficial de la Ultra Sur de 1996.	Toma de la película "¿Y dónde está la norte?", filmada el día en el que se registró el record de menor asistencia al Siles (24/09/2000).
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